Instrucciones para medir un Bombín
En el momento de solicitar un bombillo para sustituir en nuestra puerta, el profesional que nos atienda nos solicitará unas medidas para revisar cuál es el más conveniente para nuestra puerta.
Este profesional nos va a preguntar si es 30×30, 33×33, 30×40,… Estas medidas se corresponden con las 2 mitades en las que se divide una cerradura.
El tubo (asimismo llamado bombillo o bien bombín) puede ser simétrico o bien asimétrico. Esto es, las 2 unas partes del bombillo desde la leva pueden ser de exactamente la misma medida o bien de diferente. Los fabricantes sacan diferentes medidas de un mismo bombillo a fin de que pueda amoldarse a diferentes géneros de puertas.
Cuando deseemos mudar el tubo de nuestra puerta podemos llevar el original que deseamos sustituir y, si esto no es posible, podemos tomar las medidas para facilitarlas al cerrajero que nos atienda o bien saber cuál adquirir en caso que decidamos adquirirlo por la red en tiendas en línea especializadas.
¿De qué manera tomamos las medidas? Es bastante fácil. Lo primero es medir el ancho total de nuestra puerta y sumar, si procede, el ancho de los adornos o bien escudos que tenga instalados. Con esta medida ya vamos a saber la longitud total del tubo, si bien nos va a faltar todavía saber las proporciones precisas.
Los bombillos se fijan a la cerradura a través de un tornillo, que en un caso así usaremos de referencia para medir. Se mide desde el tornillo a un lado y se aúna el adorno o bien escudo de ese lado. Repetimos la operación con el otro lado y ya vamos a tener la medida (30×30, 30×50, 35×35,…) con la que podemos adquirir el bombillo de alta gama que prefiramos.
Siempre y en todo momento escogeremos un tubo anti-ganzúa, anti-bumping y preferentemente reforzado para instalar en nuestra puerta. Si además de esto cuenta con las certificaciones más exigentes (tema que vamos a tratar en otra entrada), mucho mejor para nuestra seguridad.